La Basura: fuente de energía, materias primas y biofertilizantes

La instalación de Plantas de Clasificación y Tratamiento de Residuos Urbanos (RSU) es el comienzo de un gran paso dentro de la cultura del Reciclaje.

El tema de la basura se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para las alcaldías (ayuntamientos) en Venezuela, toda vez que la población genera diariamente más de 30 mil toneladas de residuos y desechos sólidos urbanos.

Ante esta realidad, voceros de la empresa venezolana Tecnomatrix expusieron las ventajas de las llamadas Plantas de RSU para la selección y organización de todos los residuos y desechos sólidos urbanos aprovechables.

Según las necesidades de cada población, a la basura se le da un tratamiento determinado. Por ejemplo, se pueden aprovechar los plásticos, vidrios, metales, papel o cartón como materias primas. En el caso del material orgánico (equivalente al 45-60% de la basura) se llevan a cabo procesos para convertirlos en abono o biogás.

Con el reciclaje del 70% de la basura, se generan nuevas fuentes renovables de energía, materias primas y biofertilizantes; sin dejar de mencionar el mejor aprovechamiento del espacio disponible en los rellenos sanitarios y la notable disminución del impacto medioambiental. Se estima que por una tonelada de papel reciclada se ahorran entre 14 y 17 árboles de regular tamaño (que tardarían 20 años en crecer), 130 mil litros de agua y 9.600 kilo watt / hora de energía, la suficiente para suministrar electricidad a una familia media durante casi un año.

Ahora bien, no todo está resuelto con la separación y el reciclaje de estos materiales como el vidrio, los metales, etc.; pues los llamados desechos biodegradables (orgánicos) que se dejan en los vertederos o rellenos sanitarios se descomponen, generando la producción de metano (CH4), un gas que al quedar expuesto a la atmósfera produce calentamiento global, con un efecto invernadero 21 veces más dañino que el dióxido de carbono (CO2). Por eso, lo ideal es controlar la producción de gas metano y transformarlo en energía útil.

En los Rellenos Sanitarios -a través de un biodigestor- se puede generar biogás, gracias a la acción de bacterias naturales durante la biodegradación de materiales orgánicos almacenados sin aire (condición anaeróbica). El biogás que se obtiene en los biodigestores contiene alrededor de 65% de metano, lo que le proporciona una alta capacidad calorífica. Este calor se puede aprovechar para calefacción, agua caliente, secado y otros usos, aunque usualmente se prefiere su transformación en electricidad.

Al biogás se le considera una energía limpia, pues se disminuye así el uso de combustibles fósiles. Otra de las ventajas, es que dentro de las energías renovables alternativas, es la única que se puede almacenar y transportar. Además, la puesta en marcha de Plantas de Biogás permite que -una vez eliminado el gas- los desechos orgánicos se puedan utilizar como biofertilizantes, abonos con alto contenido de nitrógeno, favorables para la agricultura.

Definitivamente, es hora de tomar mano de los avances tecnológicos para disminuir la cantidad de basura que se coloca finalmente en los Rellenos Sanitarios. “La instalación de Plantas de Clasificación y Tratamiento de Residuos Urbanos (RSU) en los Rellenos Sanitarios es el comienzo de un gran paso dentro de la cultura del Reciclaje. Una industria que -según estimaciones de la organización ambientalista Vitalis-, generaría de manera directa más de 250 mil fuentes de trabajo, con derechos laborales y condiciones higiénicas adecuadas”, comentó David Esteva, gerente de Comunicaciones Corporativas de Tecnomatrix.